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Durante décadas, las tarjetas de crédito y débito han sido la piedra angular de los pagos en América Latina. Las tarjetas de crédito aún dominan con una impresionante cuota de mercado del 48%, procesando un volumen de transacciones de $240 mil millones. Gigantes como Visa, Mastercard y American Express han sido durante mucho tiempo sinónimo de opciones de pago confiables y ampliamente aceptadas en toda la región.
Las tarjetas de débito, aunque menos dominantes, juegan un papel crucial en la inclusión financiera y sirven como un puente entre el efectivo y los pagos digitales. Con una cuota de mercado del 10% y un volumen de $50 mil millones, siguen siendo un actor significativo en el ecosistema de pagos.
Sin embargo, los vientos de cambio soplan con fuerza. Los APMs están ganando terreno rápidamente, desafiando el statu quo:
La diversificación de los métodos de pago en América Latina representa una transformación fundamental en la forma en que los consumidores y las empresas abordan las transacciones financieras. Este cambio hacia un entorno de múltiples rieles está impulsado por varios factores clave:
Los consumidores latinoamericanos buscan cada vez más soluciones de pago que ofrezcan facilidad de uso y adaptabilidad. Esta demanda está impulsando el auge de las billeteras digitales y los sistemas de pago instantáneo que simplifican las transacciones en diversas plataformas y contextos.
La funcionalidad entre pares (P2P) se ha convertido en una piedra angular de los sistemas de pago modernos en la región. Soluciones como PIX en Brasil y Yape en Perú han hecho que las transferencias P2P sean tan fluidas que están redefiniendo las expectativas para todo tipo de interacciones financieras.
Los métodos de pago alternativos (APMs) juegan un papel crucial en llevar servicios financieros a las poblaciones no bancarizadas y sub-bancarizadas. Por ejemplo, los sistemas basados en efectivo como OXXO en México continúan cerrando la brecha entre el comercio digital y las transacciones en efectivo tradicionales.
Con una porción significativa de las transacciones de comercio electrónico ocurriendo en dispositivos móviles (69% en Argentina, 64% en Perú), las soluciones de pago optimizadas para teléfonos inteligentes están ganando una rápida adopción.
El éxito de los sistemas de pago instantáneo como PIX en Brasil y PSE en Colombia demuestra una fuerte preferencia por las transacciones en tiempo real, poniendo presión sobre los métodos de pago tradicionales para que evolucionen.
El auge de las plataformas de múltiples rieles es inevitable a medida que los consumidores y las empresas buscan aprovechar las fortalezas de varios métodos de pago. Estas plataformas integran servicios bancarios tradicionales con soluciones fintech innovadoras, ofreciendo una suite completa de opciones que satisfacen diversas necesidades y preferencias.
Este cambio no es uniforme en toda la región. Cada país presenta sus propias dinámicas únicas:
La revolución de PIX ha redefinido los pagos instantáneos, estableciendo un punto de referencia para la región. Como el método de pago en tiempo real de más rápido crecimiento en el mundo, PIX procesó la asombrosa cifra de $80 mil millones solo en Brasil en 2023, capturando el 16% del volumen total de comercio electrónico de América Latina. Con más de 140 millones de usuarios (alrededor del 65% de la población adulta de Brasil), PIX se ha convertido en una parte integral del ecosistema financiero de Brasil, superando los volúmenes de tarjetas de débito y crédito combinados.
La vasta red de OXXO demuestra el poder duradero de los sistemas basados en efectivo para impulsar la inclusión financiera. OXXO Pay representa el 10% de las transacciones en línea de México, procesando aproximadamente $6 mil millones en volumen total de pagos. En un país donde el 66% de los pagos minoristas todavía se realizan en efectivo, OXXO Pay cierra la brecha entre el comercio digital y las transacciones en efectivo físico, permitiendo la participación en el comercio electrónico para la población no bancarizada.
La rápida adopción de las billeteras digitales está transformando el panorama de los pagos. Nequi, una billetera digital convertida en neobanco, lidera la carga con 18 millones de usuarios y 13 millones de transacciones mensuales activas. Comanda el 3% del mercado total de comercio electrónico de Colombia, procesando alrededor de $1.3 mil millones. Además, PSE, un método de pago en tiempo real, maneja el 32% de todas las transacciones en línea, sumando $13.53 mil millones, mostrando la rápida transición del país hacia los pagos digitales.
La "QR-ificación" de los pagos está revolucionando el panorama financiero de Argentina. En el sector de comercio electrónico de $28 mil millones, Mercado Pago lidera la carga, con las billeteras digitales representando el 23% de los volúmenes de pago. Como pionero de los pagos con códigos QR desde 2015, Mercado Pago ha hecho que las transacciones basadas en teléfonos inteligentes sean algo común. Complementando esto, MODO, un esfuerzo colaborativo de más de 30 bancos lanzado en 2020, ha ganado rápidamente 12 millones de usuarios y 500,000 comercios. Con ambas plataformas impulsando las transacciones basadas en QR, Argentina está viendo una rápida transición a los pagos sin efectivo en los espacios en línea y fuera de línea.
El mercado de comercio electrónico de más rápido crecimiento en América Latina está siendo transformado por Yape, la principal plataforma de pagos móviles del país. Con más de 15 millones de usuarios y 11.5 millones de usuarios activos mensuales, Yape procesa un volumen total de pagos de $13.39 mil millones anualmente. A medida que las billeteras digitales representan el 11% del volumen de pagos de comercio electrónico, Yape está a la vanguardia, abordando las barreras clave en un país donde solo el 54% de los adultos tiene una cuenta bancaria o fintech. Su plataforma fácil de usar y sin comisiones se alinea perfectamente con el enfoque móvil de Perú, donde el 64% del volumen de comercio electrónico proviene de dispositivos móviles.
A medida que miramos hacia el futuro, la trayectoria de crecimiento de los APMs no muestra signos de desaceleración. Las redes de tarjetas tradicionales no están quedándose de brazos cruzados: están innovando y adaptándose para mantener su relevancia. El futuro probablemente contendrá una mezcla de competencia y colaboración entre las tarjetas y los APMs, en última instancia beneficiando a los consumidores latinoamericanos con más opciones y mejores servicios.
En conclusión, la disputa de $500 mil millones entre las tarjetas y los APMs en América Latina está lejos de terminar. Este cambio dinámico hacia un entorno de múltiples rieles no solo está cambiando la forma en que se procesan las transacciones, sino que también está revolucionando la inclusión financiera, el crecimiento del comercio electrónico y la misma naturaleza del dinero en la región.